Google
ya hace el software que se ejecuta en la mayoría de los teléfonos
inteligentes, pero ahora también podría querer administrar los datos
móviles y las llamadas de voz.
La mayor compañía de
búsqueda en línea del mundo se estaría preparando para vender planes
móviles que se ejecutarán en las redes celulares de Sprint y T-Mobile,
según un reporte del sitio The Information.
El proyecto, con nombre en código "Nova", implicaría que Google pague a
las operadoras para el acceso a sus redes. La iniciativa, que según el
reporte está siendo liderada por el ejecutivo de Google Nick Fox, no se
espera que lance este año.
La medida pone de relieve la
relación cada vez más complicada de Google con la industria de las
telecomunicaciones, ya que son ambas cosas, socios y competidores. El
sistema operativo Android de Google potencia más del 80 por ciento de
los teléfonos inteligentes del mundo, pero las compañías suelen actuar
como el guardián de donde una persona compra un dispositivo. La
iniciativa, de acuerdo con el reporte, tiene la intención de bajar los
precios y tratar de mejorar la experiencia de los clientes.
Google, Sprint y T-Mobile se negaron a hacer comentarios al respecto.
Google ha
puesto en marcha una serie de proyectos de conectividad inalámbrica, ya
que tiene como objetivo hacer que más gente tenga acceso a la web y,
así, ampliar su base de usuarios. La compañía ha desarrollado su propia
red de fibra óptica, llamada Google Fiber, para ofrecer acceso de banda ancha a los clientes.
El gigante de la tecnología también ha creado unos espectaculares globos Wi-Fi
que extenderían el acceso a Internet en todo el mundo a las regiones
marginadas. La compañía también está experimentando con satélites por
esa razón. El martes, Google dijo que está participando en una inversión de US$1,000 millones,
junto con Fidelity, en la compañía de cohetes SpaceX. Algunos piensan
que la financiación es una movida de Google para reforzar sus esfuerzos
por satélite.
El proyecto de la red inalámbrica haría de
Google una especie de operador móvil virtual, lo que significa que no
posee la infraestructura sobre la cual ofrece servicios. Google pagaría a
las operadoras Sprint y T-Mobile para usar la capacidad de sus redes,
que a su vez se venden directamente a los consumidores. Otras compañías
que compiten en ese mercado son TracFone y FreedomPop.
Si
bien Google estaría vendiendo sus propios planes móviles, es poco
probable que el proyecto sea una maniobra para socavar las redes
inalámbricas. Estas redes tienen la suficiente fuerza de marketing y
redes de tiendas minoristas para atraer clientes y mostrar los planes,
mientras que Google espera vender sus planes a través de una tienda web.
En
lugar de darle un codazo a las operadoras, Google parece estar más
interesada en un intento más amplio para sacudir la industria y
obligarla a hacer cambios que podrían beneficiar a la empresa. Por
ejemplo, la mayoría de los ingresos de Google provienen de su gigantesco
negocio de publicidad. Experimentar con planes de bajo costo podría
significar que más gente utilice más datos - lo cual a su vez daría a
Google más oportunidades para mostrar publicidad a los consumidores.
Es
el tipo de lógica que llevó a Google a crear el sistema operativo
Android en el primer lugar. El ofrecer servicios inalámbricos
emparejados con un dispositivo Android representa apenas el siguiente
paso lógico.
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